La tonada, la cueca, los cerros azules, los colores que varían según la estación del año. El verano con sus verdes, los amarillos otoñales o el invierno y sus marrones. Sus calles anchas, la plaza San Martín rodeada de cafés, la catedral, sus ríos Diamante y Atuel, sus bodegas y sus viñedos, el aroma de sus mermeladas…todo eso y mucho…
 
						
						



